jueves, 23 de julio de 2009

mi verdad


Los años me han hecho odiar la sinceridad. La detesto cuando alguien me dice "voy a serte muy sincero/a", me pongo a temblar, siento que me va a herir,me va a humillar, o me va a decir algo que no quiero oír o que me importa en lo más mínimo saber. Supongo que "ser sincero" no significa lo mismo que decir la verdad. La verdad suele estar bastante oculta y resulta díficil de desenterrar.

En fin creo que la verdad a veces no es buscada por nosotros mismos, porque le quitaria el sentido a la vida,en cierta forma...siempre estamos en busca de ella.Y al encontrarla acabaríamos con el misterio.

lunes, 13 de julio de 2009

Iara dijo: "No se que ponerme"


Para los/las distraídas como yo, el tema que me surgió en esta cabecita loca hoy fue:

La tan temida y repetitiva frase que solemos decir las mujeres, casi como un grito de auxilio

" no se que ponerme"


Los hombres se ríen mucho de esta frase que las mujeres decimos todo el tiempo. Nunca hablamos tan sinceramente como cuando la decimos. Ellos no lo entiende, pero no porque sea muy difícil sino porque nunca tienen problemas para ello. El problema, no es como los hombres piensan, que solo nos vestimos para ellos o para los demás o simplemente para gustarnos a nosotras mismas. Creo que la complicación surge de que debemos vestirnos para los demás y para nosotras mismas. Esa combinación justamente nos dificulta todo. Casi nunca tenemos en el armario algo que cumpla las dos funciones. Los hombres no lo entienden. Ellos con cualquier cosita están perfectos, se sienten perfectos.


Otras de las cosas que surgen es como nos condicionan las situaciones o los ambientes a los que concurriremos y que necesitan de que nuestra vestimenta sea acorde... a ver si me explico. el sábado tenés una fiesta , que obvio que sabés que va él ( el chico que te gusta, te mueve el piso, tu principito, el adjetivo más bobo que se te ocurra para poner en este espacio ... va acá) ¿ Y nosotras que hacemos? Nos ponemos todo el ropero con tal de que se de cuenta o no de que somos unas diosas, mientras tanto él nunca se dio cuenta de tu ropa o si llevabas alguna. La primera cita por ejemplo, no da entregar toda la "carne al asador", hay que parecer casual; es decir que nos producimos poco ( o al menos eso decimos) y nos amoldamos a una situación en donde no lo es todo "llamar la atención" con lo que vestimos.


Yo en mi caso soy de las personas de las cuales le importa mucho (muy) las primeras impresiones, pero más allá de losestético... sino de como se mueve, como se comporta frente a una. Son otras cosas no tan superficiales como una ropita.....aunque no le pueda quitar importancia a ello.


Mientras una esta toda la semana pensando en que ponerse, llega una amiga desesperada el viernes y te dice " iari, gordi, amor... no se que ponerme" casi instantáneamente, y obvio disimulándolo me empiezo a alterar. Y casi como un flash doy vueltas en mi mente toda la ropa que conozco de esa persona, e imagino combinaciones rápidas (no se preocupen si sos mujer, no es raro).
La pucha, sí que es difícil se mujer ( o por lo menos intentar serlo)