
Nada más que un texto sin sentido..........sintiendo pocas ganas de escribír.
Hay mujeres que son como las golondrinas, se pasan la vida de viaje y nunca dejan desplegar sus alas en un solo lugar, van moviéndose de un lado al otro sin importar lo que dejan atrás. Pareciera que el pasado solo existe en el momento y nada más, luego de eso no hay nada por lo que luchar o recordar. Se quieren demasiado como para sufrir por alguien, y nunca se arrepienten de lo que hacen, sin rendir cuentas a nadie hacen simplemente lo que quieren.
Cuando por fin encuentran alguien se atreve a desafiar su particular forma de vivir, terminan discutiendo no por diferencias sino por las propias rivalidades que se crean y todo termina en: ¡UNA ENORME GUERRA DE EGOS! Es por eso que hay mujeres que no pueden ser poseídas jamás, y que lo único que queda por hacer es adaptarse a ellas.
Miles de veces me pongo a pensar en que momento comencé a llevarme tan mal con la estabilidad. Es un conflicto constante, una decisión que me invade de repente y me deja totalmente a la deriva. Soy una golondrina, las decisiones, los hombres... simplemente mi vida me hizo así. Es fácil decirlo, pero a veces me gustaría cambiar...y en el momento pienso: ¿Para qué? ¿La paso tan mal así? Y así sigo las horas, los días, las semanas, los meses, los años..... Preguntándome el por qué de las cosas, aunque muy despreocupada por las respuestas.
Creo que tengo la enfermedad de no creer en nadie, más que en yo misma. Odio el hecho de "encariñarme" con alguien, me provoca rechazo el solo pensar la situación, escapo a los sentimientos los salto como un atleta a un obstáculo (Y en ocasiones es tan alto el obstáculo que me rasguñó en el camino, pero después sana tan rápido que no hace falta remedio y con el correr de los días la marca se hace imperceptible) Las heridas parecen sanar tan velozmente, que solo en los días de lluvia en donde la humedad se vuelve inevitable... comienza a doler un poco, solo un poco.
Me venía mirando desde aquel sector, se acercó y me preguntó el porque de mi soledad en medio de tanta gente. Ocultaba la sonrisa más linda de la noche casi que brillaba con cada destello de luz (tal cual a alguna publicidad), los ojos disipados bajo el flequillo largo, pero se sentía tan bien estar allí, conocernos mientras los demás simplemente ignoraban el detalle. Me mostraba concisa , directa y segura, pero a pesar de ello no lo quería besar, no quería acabar con el mágico momento que se había creado. Casi sin darme cuenta me encontraba hablando de un montón de banalidades, que aparentaban no aburrirte ¿Pero como saberlo?.
Me costaba mirarte a los ojos, y que raro es sentir eso cuando recién se conoce a alguien. Es como si de pronto olvidará el momento que nos unió y dejaría de lado el tiempo.
Casi tan lentamente el lugar se despejaba (pero parecía que ninguno de los dos se precipitaba por ello) cada vez más nosotros y menos ellos, cada vez menos bullicio y más palabras al oído.” Que lindo” pensaba ella, “Que mujer” pensaba él… pero que lástima ahora que ya no queda nadie en el lugar, sólo ella y él que tímidamente se despiden hasta el próximo amanecer que los encuentre juntos de nuevo. Ambos pensaban que la conexión era inmensa y que como un imán se atraerían y se volverían a ver, aunque ninguno supiera del otro por el resto la vida… la ilusión era la que los mantenía unidos permanentemente.
Desconfió totalmente de las probabilidades. Por momentos pienso que cada uno controla su destino, todos determinamos el rumbo de nuestras vidas, tomamos decisiones y de esta manera nos atenemos al resultado de ellas. Por otro lado hay cosas que escapan de nuestro control, hagas lo que hagas, pienses lo que piensas, hay cosas predeterminadas...discuto conmigo misma acerca de ello.
"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos"
La tan temida y repetitiva frase que solemos decir las mujeres, casi como un grito de auxilio
Los hombres se ríen mucho de esta frase que las mujeres decimos todo el tiempo. Nunca hablamos tan sinceramente como cuando la decimos. Ellos no lo entiende, pero no porque sea muy difícil sino porque nunca tienen problemas para ello. El problema, no es como los hombres piensan, que solo nos vestimos para ellos o para los demás o simplemente para gustarnos a nosotras mismas. Creo que la complicación surge de que debemos vestirnos para los demás y para nosotras mismas. Esa combinación justamente nos dificulta todo. Casi nunca tenemos en el armario algo que cumpla las dos funciones. Los hombres no lo entienden. Ellos con cualquier cosita están perfectos, se sienten perfectos.
Otras de las cosas que surgen es como nos condicionan las situaciones o los ambientes a los que concurriremos y que necesitan de que nuestra vestimenta sea acorde... a ver si me explico. el sábado tenés una fiesta , que obvio que sabés que va él ( el chico que te gusta, te mueve el piso, tu principito, el adjetivo más bobo que se te ocurra para poner en este espacio ... va acá) ¿ Y nosotras que hacemos? Nos ponemos todo el ropero con tal de que se de cuenta o no de que somos unas diosas, mientras tanto él nunca se dio cuenta de tu ropa o si llevabas alguna. La primera cita por ejemplo, no da entregar toda la "carne al asador", hay que parecer casual; es decir que nos producimos poco ( o al menos eso decimos) y nos amoldamos a una situación en donde no lo es todo "llamar la atención" con lo que vestimos.
Yo en mi caso soy de las personas de las cuales le importa mucho (muy) las primeras impresiones, pero más allá de losestético... sino de como se mueve, como se comporta frente a una. Son otras cosas no tan superficiales como una ropita.....aunque no le pueda quitar importancia a ello.
Mientras una esta toda la semana pensando en que ponerse, llega una amiga desesperada el viernes y te dice " iari, gordi, amor... no se que ponerme" casi instantáneamente, y obvio disimulándolo me empiezo a alterar. Y casi como un flash doy vueltas en mi mente toda la ropa que conozco de esa persona, e imagino combinaciones rápidas (no se preocupen si sos mujer, no es raro).
La pucha, sí que es difícil se mujer ( o por lo menos intentar serlo)
El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezca, los miedos son tan personales y diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no ser como todos quieren, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos deja la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pase a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido... miedo a la muerte, miedo al fracaso, a la soledad, hay tantas clases de ellos pero muy pocas veces nos acordamos, que los miedos son los propios obstáculos que nos ponemos a diario para dificultar nuestras metas, nada es tan complejo como parece.
La vida es curiosa. Durante años, uno se pregunta cuál es el sentido de este baile. Para que luchar? Porque la vida es una eterna pelea? Si, la vida es curiosa, y vueltera. Llena de giros absurdos, inexplicables. La vida tiene esas casualidades tan sospechosas. Tanto, que nos hacen pensar que todo tiene un "para que?", un sentido. La vida cambia todo el tiempo. No nos deja acostumbrarnos a un golpe, que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre. Y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocados. O el sentido de ser bueno o malo. Habrá premios y castigos para unos y otros? Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más. Pero en el fondo, todo se resume en una sola: Cual es el sentido de la vida? Que irónico!. Recién ahora empiezo a entender el sentido de la vida. Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida. Esperando ese algo que falta y que nos hará felices. y tal vez la respuesta, sea que la vida no tiene sentido. Que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podamos decir al final, que nuestra vida valió la pena.
Tú por hacer, yo por quedarme tan parado y los dos juntos por tener nuestra cabeza en otro lado. Tú por hablar, yo por callarme demasiado tu por robarme esa canción que ya te había regalado. Tú corazón, que tu sabrás donde lo pones pero tienes que entender: con tanto hacerme correr me estás tocando los cojones. Mi corazón, como una lata de cerveza que te la bebes y al final le das patadas sin pensar que me desquicias la cabeza. No encuentro otra razón estaba tan feliz me acuerdo de tu amor. Vendí mi porvenir cogiendo moscas para ti.
No quise retenerlo, ¿de qué hubiera servido deshacer las maletas del olvido? Pero no sé qué diera por tenerlo ahora mismo, mirando por encima de mi hombro lo que escribo. Le di mis noches y mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa; con el descubrí que hay amores eternos que duran lo que dura un corto invierno.
Yo (el autor), describo el amor como esperanzas y sueños que nacen y mueren. Solo en nosotros, a veces con el tiempo, o a veces por error nuestro, ya sabes lo que es amar, solo hago recordar aquel que lea estas letras. Que no olvide que cuando alguien quiere y ama, no necesita cambiar tu vida, solo deseas ser parte de ella.
Tu puedes jugar siguiendo un cometa, mientras sales por el espacio a pasear, quizás puedas llegar ahora hasta tu meta y un mundo distinto que no lograste hallar, solo que, no debió de ser así, sólo que la soledad es mas grande sin ti.
Esta elección indica que es usted amante de un estilo de vida libre y espontáneo.Usted intenta disfrutar de la vida al máximo, de acuerdo al lema "¡Sólo se vive una vez!". Es muy probable que usted sea una persona abierta y curiosa con respecto a todo lo que es nuevo. Para usted lo peor podría ser sentir que algo le ata. Usted parece florecer con los cambios. Experimenta el ambiente que le rodea como algo versátil y que le sorprende constantemente.